Ubicadas a aproximadamente 1000 kilómetros de las costas continentales de Ecuador, las islas Galápagos son el escenario ideal para reencontrarse con la naturaleza. La fauna y los paisajes de sus principales destinos son verdaderamente encantadores, y las famosas tortugas gigantes son anfitrionas que conquistan la atención de todos los viajeros.
El archipiélago de las Galápagos, también conocido como Archipiélago de Colón, está constituido por 125 islas de las cuales 5 están habitadas. El resto de ellas permanecen desiertas y salvajes, y la vida natural que las colma incluye aves exóticas e iguanas prehistóricas que se tienden al sol al borde de las abruptas laderas volcánicas.
El 97% de la superficie total del archipiélago pertenece al Parque Nacional Galápagos. Esto permite la conservación y protección de un área de riqueza incalculable por la diversidad de especies que la ocupan, muchas de ellas exclusivas de la región. La abundante flora está compuesta de arbustos y algarrobos en las zonas más húmedas, en donde también se cultiva el café y algunos cítricos.
La isla más poblada del archipiélago es Santa Cruz. Este destino es también famoso por albergar la Estación Científica Charles Darwin, en donde es posible conocer más acerca de Galápagos. Fue nombrado en honor del biólogo inglés, que en estas costas recopiló evidencia para probar su Teoría de la Evolución.
Una de las principales actividades que se realizan en estos parajes de ensueño es el buceo. Las aguas del Atlántico permiten entrar en contacto con rayas y tiburones, y con las más de 300 especies de peces que viven en sus aguas.
Para visitar Galápagos, hay que tener en cuenta que las visitas sin guía no están permitidas. Además, es necesario contar con un trayecto preestablecido con una agencia de viajes, ya que manejarse por las islas solo es una tarea casi imposible. Lo más recomendable para aprovechar la estadía y recorrer la mayor cantidad de islas posibles es abordar un crucero, y entregarse al descanso y la diversión.
El archipiélago de las Galápagos, también conocido como Archipiélago de Colón, está constituido por 125 islas de las cuales 5 están habitadas. El resto de ellas permanecen desiertas y salvajes, y la vida natural que las colma incluye aves exóticas e iguanas prehistóricas que se tienden al sol al borde de las abruptas laderas volcánicas.
El 97% de la superficie total del archipiélago pertenece al Parque Nacional Galápagos. Esto permite la conservación y protección de un área de riqueza incalculable por la diversidad de especies que la ocupan, muchas de ellas exclusivas de la región. La abundante flora está compuesta de arbustos y algarrobos en las zonas más húmedas, en donde también se cultiva el café y algunos cítricos.
La isla más poblada del archipiélago es Santa Cruz. Este destino es también famoso por albergar la Estación Científica Charles Darwin, en donde es posible conocer más acerca de Galápagos. Fue nombrado en honor del biólogo inglés, que en estas costas recopiló evidencia para probar su Teoría de la Evolución.
Una de las principales actividades que se realizan en estos parajes de ensueño es el buceo. Las aguas del Atlántico permiten entrar en contacto con rayas y tiburones, y con las más de 300 especies de peces que viven en sus aguas.
Para visitar Galápagos, hay que tener en cuenta que las visitas sin guía no están permitidas. Además, es necesario contar con un trayecto preestablecido con una agencia de viajes, ya que manejarse por las islas solo es una tarea casi imposible. Lo más recomendable para aprovechar la estadía y recorrer la mayor cantidad de islas posibles es abordar un crucero, y entregarse al descanso y la diversión.
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