Lita y sus Siete Cascadas




Sus aguas, entre cristalinas y, por tramos, turbias, alimentadas y agitadas por varias vertientes como el Mataje, Borbón, Molina, Molinita, Nadadero, entre otros, conducen a sitios encantadores como la cascada de la Princesa Tari.

Las Siete Cascadas, paraíso natural, ubicado entre las provincias de Imbabura, Carchi y Esmeraldas, tienen un clima sub-tropical y un paisaje único en el mundo, que lo convierte en un lugar paradisíaco, visitado por turistas nacionales y extranjeros.

Ubicación. Se encuentra en la provincia verde de Esmeraldas, limitando con las provincias de Imbabura y Carchi.

Ingresando por la vía Ibarra – Las Peñas en el Km. 111 se encuentran las instalaciones de Las Siete Cascadas Lodge junto a la vía.

Un espacio para disfrutar. Las Siete Cascadas es un lodge que cuenta con un área de camping con capacidad para 40 personas, donde podrá compartir extraordinarios momentos, rodeado de increíbles cascadas y senderos con exuberante vegetación.
Posee además, cabañas con detalles naturales que te permitirán disfrutar de este espacio de manera amigable con el ambiente.

Cuidado y protección. Conformada por 207 hectáreas de bosque nublado y lluvioso, y como su nombre lo dice protege a un conjunto de paradisíacas cascadas en el río Chuchubí, además existen senderos naturales para adentrarse al maravilloso mundo de la biodiversidad en flora y fauna, incluyendo los senderos que conducen a las siete cascadas y al sendero del bosque primario los guardianes de la sabiduría.

El objetivo principal de la reserva las siete cascadas es conservar el bosque y las cuencas hidrográficas cercanas al río Chuchubí, pequeños afluentes y quebradas, preservando así los recursos genéticos y ecosistemas para la conservación biológica, reducir la pérdida de bosques naturales, detener la deforestación, controlar los procesos erosivos, fomentar el ecoturismo y lograr la educación ambiental de las comunidades e investigación de esta área.

Inolvidable.  Todo aquel que visita la reserva queda encantado con lo vivido. Nadar en el río, cabalgatas, caminatas por los senderos, camping y más momentos brindarán un toque inolvidable en compañía de amigos o familia, dejando en cada uno de los visitantes una huella memorable.

En la reserva además existen guías nativos conocedores de las bondades de este territorio que aportarán a conocer cada rincón de este maravillo lugar y aprovechar las bondades del mismo.

Se puede observar además animales propios del lugar como guatusas y liebres en medio de la espesa vegetación.

Lo que en resúmen son las Siete Cascadas

Cada una con 6 hasta 80 metros de altura, hacen que la visita sea una experiencia única, que demanda desde cortas hasta largas caminatas por los diversos senderos trazados en las 207 hectáreas de terreno, localizado en el punto de convergencia de las provincias de Esmeraldas, Carchi e Imbabura, donde se levanta el magnífico bosque lluvioso del Chocó Ecuatoriano, uno de los más húmedos del planeta, con altísima biodiversidad endémica.

Las cascadas, bautizadas con simpáticos y peculiares nombres como El Duende, en honor a ese mítico personaje que supuestamente suele aparecerse en el sitio; del Amor, por ser descubierta un 14 de febrero; Santa Ana, en honor a una joven con el mismo nombre que la vio por primera vez; La Mujer del Encanto, porque en una de sus rocas se ‘dibuja’ una silueta femenina; de Las Cuevas, al formarse una especie de arco; así como de La Reina y San Diego, se alimentan de afluentes como el Chuchuví.





Por uno de los tramos, para muchos el más llamativo, se atraviesa el túnel ‘Del amor’, donde “entran dos y salen tres”, comenta con jocosidad el guía, y el puente por donde alguna vez pasó el ferrocarril, que llegó por primera vez a San Lorenzo el 26 de agosto de 1957, hoy inhabilitado. 

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